En el rincón más bello de algún bosque

que no posee tiempo ni lugar

hay un palacio hermoso hecho de libros

al que siempre nos gusta visitar.

Las ramas de los pinos le acarician

y el viento de la tarde se estremece

cuando toca el palacio por la brisa

y las dulces ternuras que ahí crecen…

Un hada amablemente nos recibe

y nos deja mirar los universos

que contienen los libros, pues sus manos

acarician muy suave lindos versos…

Y así vamos haciendo nuestra historia

con las letras y páginas doradas

que los libros de niños nos presentan

en nuestra Biblioteca más amada…

...Al día siguiente las dos hermanas fueron al baile, y Cenicienta también, pero aún más ricamente ataviada que la primera vez. El hijo del rey estuvo constantemente a su lado y diciéndole cosas agradables; nada aburrida estaba la joven damisela y olvidó la recomendación de su madrina; de modo que oyó tocar la primera campanada de medianoche cuando creía que no eran ni las once. Se levantó y salió corriendo, ligera como una gacela. El príncipe la siguió, pero no pudo alcanzarla; ella había dejado caer una de sus zapatillas de cristal que el príncipe recogió con todo cuidado...